El 27 de enero de 1980 las Estrellas Orientales vencieron ocho carreras por siete a los Tigres del Licey, en un choque que se extendió a 10 entradas.
Ese fue el quinto juego de la serie final correspondiente al campeonato 1979-80 que fue ganada fácilmente por los Tigres del Licey cinco juegos por uno.
Precisamente esa fue la única victoria en la serie para los verdes evitando así una barrida. De paso, los orientales lograron anotar tres veces en la primera entrada para romper una racha negativa de 26 entradas sin pisar la goma que les había fabricado el pitcheo azul.
Pero eso no es lo único digno de citar de ese juego. Hay que señalar que a pesar del encuentro extenderse a 10 entradas y entre ambas novenas utilizar 11 lanzadores (cinco los verdes y seis los azules), estos no pudieron ponchar ningún bateador.
En ese encuentro también se originó una hazaña difícil de repetirse. Los ocho primeros outs de los Tigres del Licey fueron hechos sin asistencia por el primera base de los verdes Simón Rosario.
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