Siempre escuché desde niño que el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo era escogidista y una vez conversando con Don Pedro Julio Santana, mi abuelo, le pregunté que si era cierto que el Escogido ganaba en esa época porque Trujillo era escogidista y si era cierto que este intervenía en el torneo.
Increíble la sorpresa que me llevé cuando al responderme me dijo que Trujillo era liceísta y que el dictador nunca hizo ver su afición por no provocar un desbalance en los torneos (que seguro hubiese pasado por la cantidad de lacayos y lambones que existía en ese entonces), aparte de que él no era muy adicto a la pelota, a la que nunca asistía, salvo escasas y especiales excepciones, contrario a las carreras de caballo en el Perla Antillana.
Me contaba Don Pedro que Trujillo incluso llegó a donar dinero al Licey, como se acostumbraba en esa época, en la que se pasaba el sombrero entre los seguidores, pero siempre hizo su aporte con la condición del secreto absoluto.
viernes, 30 de enero de 2009
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