Simplemente así, para muchas personas no significa nada, sin embargo y para quienes conocen lo que ocurrió, saben que por este desagradable incidente el país estuvo a punto de ser afectado por un conflicto internacional de gran magnitud.
En efecto, por este incidente protagonizado por un hermano del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, el teniente coronel José Arismendy Trujillo (Petán) con un jugador importado, se pudo empeorar la mala imagen internacional que gozaba el país en ese momento.
Los hechos
El 13 de febrero de 1959, se enfrentaron Licey y Escogido en el octavo juego de la serie final del campeonato 1958-59.
Los azules tenían ventaja en la serie de 4-3 y sólo necesitaban triunfar ese día para coronarse campeones por tercera vez desde 1951, pero un jonrón de Felipe Rojas Alou se cruzó en el camino y les dio a los escarlatas el triunfo y el empate de la serie.
Precisamente de ese cuadrangular, el triunfo rojo y el empate a cuatro en la serie final, fue de lo que escribieron los periodistas de El Caribe y La Nación de la fecha, ignorando un hecho ocurrido en el terreno de juego que ojala nunca más se repita.
En el sexto episodio, el refuerzo norteamericano de los Tigres del Licey, André Rodgers, fue golpeado mientras ocupaba su turno al bate por un pitcheo del lanzador del Escogido Billy Smith y marchó hacia la lomita donde cargó contra su agresor y de inmediato, como ocurre siempre en estos casos, se vaciaron los bancos.
Luego de la intervención de los agentes del orden público y los mismos jugadores, el problema se calmó y fue cuando bajó al terreno de juego el hermano del dictador que dirigía los destinos del país y se dirigió a Rogers haciéndole algunos señalamientos que al parecer éste contestó.
Ante la repuesta del jugador, Petán Trujillo le impactó una “galleta” en el rostro. Rogers intentó responder la agresión del militar dominicano pero fue detenido, por suerte para él y el país.
Ese incidente no fue reseñado por ninguno de los periodistas que trabajaban en los medios de comunicación que cubrían el juego, ya sea periódicos o programas de radio y mucho menos en la transmisión del partido…. todos callaron.
Más de 43 años después, todavía hay espectadores de primera fila que temen hablar sobre lo ocurrido antes y durante el feo momento que protagonizó el hermano del dictador Trujillo y esto ha creado muchas anécdotas.
Una de esas anécdotas fue publicada en el desaparecido periódico El Siglo por su único editor deportivo don Bienvenido Rojas.
Indica Rojas que antes de comenzar el partido, Petán Trujillo había bajado al terreno de juego donde ofreció regalos a los jugadores de ambos equipos y logró hacer amigos al lanzador de los Tigres Guayubín Olivo y al estelar del Escogido Felipe Rojas Alou que habían tenido ciertas diferencias.
¿Por qué estaba Petán en el play?
Esa es una pregunta que se podrían hacer muchas personas, pues es ampliamente sabido que la pasión de este hombre era el arte, el fue el fundador del Palacio Radio Televisor la Voz Dominicana, luego llamada Radio Televisión Dominicana.
La explicación sobre la asistencia de “Petán” la encontramos también con Bienvenido Rojas y según lo publicado el 28 de noviembre de 1997 en el mismo periódico El Siglo.
Explica que el Licey había llegado a esas finales con sus arcas agotadas y a punto de no poder disfrutar del juego de algunos de sus refuerzos como el lanzador Pete Burnside, que había jugado antes para el Escogido y en esta serie fue el más valioso con tres victorias, después de ser contratado por los esfuerzos económicos personales de los directivos del club.
La contratación de Burnside y otros jugadores, la pagaron de sus bolsillos el comerciante Cuso García, que era presidente del club y los ingenieros Monchín Pichardo y Federico González, también directivos.
El Licey pasó por grandes apuros económicos en esos primeros años del béisbol dominicano y en varias ocasiones tuvo que proceder a pasar el “macuto” como vimos anteriormente y realizar actividades entre sus seguidores para reunir fondos, además de espectáculos artísticos en el Teatro Julia.
Mientras Licey hacia eso, el Escogido, encabezado por Ramón –Moncho- Imbert y don Paco Martínez, parecían tener dinero de sobra y premiaban a sus jugadores pagándole cinco pesos cuando daban un hit, 10 por una carrera impulsada y 100 a los lanzadores que alcanzaban un triunfo.
Pero regresando a la narración de Rojas, La hermana del dictador, doña Marina Trujillo, era una ferviente fanática azul y se acercó a la directiva a sugerirle que inviten a su hermano Petán para que ofreciera regalos a los jugadores y de esa forma los motivaba para terminar la serie ese mismo día.
Petán fue al estadio, bajó al terreno y ofreció regalos para cuando finalizara el partido, pero no sólo a los jugadores los azules, también a los escarlatas. Esa fue la razón por la que estaba en el estadio.
Con relación al momento en que ocurrieron los hechos y siempre según Rojas, al parecer algunos de los acompañantes y guardaespaldas de Petán, al ver la acción de Rodgers, comentaron por lo bajo que esa era una falta de respeto y un insulto a la fanaticada y al béisbol. Esa fue la chispa que lo encendió todo.
Petán bajó al terreno de juego acompañado de los señores Abraham E. Santamaría Demorizi, director general del Palacio Radio Televisor La Voz Dominicana y del doctor José Ángel Saviñón e insultó a Rodgers en español y éste le respondió se supone que en un mal español y entonces se produjo la famosa galleta.
Todo parece indicar que por el nombre de André además, el refuerzo del Licey era de tez oscura, Petán, con casi un pie de estatura menos que él atleta, lo confundió con un “cocolo” de San Pedro de Macorís y le “estacó” la galleta.
Al momento de Rodgers ser agredido intentó responder pero los guardaespaldas de Petán amagaron con sacar sus armas lo que motivó que se quedara tranquilo.
A pesar de que el incidente no se reseñó, a Trujillo se le enteraba de todo y la noticia llegó de inmediato a sus oídos.
En el momento de ocurrir el hecho la dictadura estaba en un punto bajo con gran presión internacional, principalmente por el atentado contra el presidente venezolano Rómulo Betancourt patrocinado por Trujillo.
El dictador sabía que no le convenía que eso pasara de ahí y ofreció sus disculpas a la embajada de Estados Unidos, donde habían acudido los refuerzos de los dos equipos que competían en las finales, a reunirse con el embajador de su país y amenazaban con marcharse.
Al parecer hubo un acuerdo y todo volvió a la normalidad. De esa manera se celebró el noveno y último juego de la serie ganado por el Licey 3-2 con un fanático improvisado que no tenía al béisbol como su principal deporte sino las carreras de caballos.
Se trataba del dictador Trujillo que vio el juego completo quizás por primera y única vez en su vida, desde el palco de honor para decirle al país que todo estaba normal.
Foro Público
Si perjudicial y riesgosa fue la acción de Petán para el béisbol dominicano, más riesgoso fue para los acompañantes del hermano de Trujillo el día del incidente la carta que se publicó el 16 de febrero de 1959, dos días después de terminar el torneo, en la columna Foro Público del diario El Caribe con el título “Bochornoso Incidente” que presentamos a continuación:
Ciudad Trujillo 15 de Febrero de 1959
“Sería interesante que se investigara el desorden provocado en el estadio de deportes en que el hombre más odiado que tiene el país, Abraham Santamaría Demorizi, esgrimió un revólver o pistola. Estaba acompañado por el confuso José Ángel Saviñón quien también parece que estaba armado y otro individuo con una guayabera y un gran revólver al cinto para provocar, no sólo a los peloteros, sino a la sociedad que se reúne allí pacífica y dignamente.
“Esos tipos son una amenaza para la sociedad y lo raro es que se hicieron acompañar por miembros del Ejército y la Policía.
“¿Que dirán sobre este bochornoso espectáculo las autoridades”. -Gustavo Suazo-
viernes, 30 de enero de 2009
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