Cuando mi abuelo, el doctor Pedro Julio Santana, escuchó que se le quería cambiar el nombre de "Quisqueya" al estadio de Santo Domingo para ponerle "Juan Marichal", me dijo estas lapidarias palabras: "Me gustaría estar ahí, para ver como los obreros tiran por el suelo el nombre de nuestra Quisqueya para subir el de Juan Marichal".
Al contarle a Radhamés Gómez Pepín lo que don Pedro había dicho, éste se hizo eco y escribió un editorial en el periódico del cual es director en el que utilizaba las mismas palabras y creo que ahí murió el proyecto.
martes, 21 de octubre de 2008
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